FUNCIÓN ECOLÓGICA:

En la  Granja escolar, niños y jóvenes aprenden a sembrar, cultivar y cosechar productos libres de plaguicidas y químicos dañinos para el medio ambiente  recurriendo a tecnologías limpias y naturales que contribuyan a mantener los ecosistemas sin empobrecer la tierra, logrando un desarrollo sostenible de los mismos.

FUNCIÓN PEDAGÓGICA:
Se  busca alcanzar la formación integral de la persona, desarrollar competencias, habilidades y actitudes por medio de sub-proyectos ambientales relacionados con ella. La granja  permite potenciar la enseñanza, conjugando la teoría con la práctica con la posibilidad de experimentar.

FUNCIÓN CREATIVA:

Nuestro objetivo es formar personas como seres integrales y puedan plasmar el potencial creativo depositado en ellos en las diferentes esferas de la actividad humana: económica, social, política y cultural. La granja también es una fuente de inspiración para desarrollar expresiones artísticas como pintura, música, escultura, poesía, etc.

FUNCIÓN TERAPÉUTICA:
El conocimiento de la tierra y sus frutos enriquecen y se convierten en un insumo importante para la vida cotidiana. El trabajo en la Granja es una gran terapia que relaja y tranquiliza. El contacto con la tierra y la naturaleza calma y relaja, aporta equilibrio físico, espiritual y mental y al lograr conexión con nuestro entorno entendemos la necesidad de cuidarnos y cuidar la Naturaleza.

FUNCIÓN HUMANISTA:

El ser humano no puede ser verdaderamente humano si no se relaciona bien con su prójimo y el trabajo, la  Granja escolar permite desarrollar la fraternidad y solidaridad entre los estudiantes, valores que tanta falta hacen en la sociedad actual.

La función humanista incentiva la apertura a la diferencia, que la Naturaleza nos enseña a apreciar a través de la biodiversidad;  lo que fomenta a su vez la equidad de género.